Rompemos ahora completamente con los dos posts anteriores, por estar ambos dedicados a conocidos compositores que crean su música exclusivamente para las películas.
Se ha dicho (acertadamente) que la música de Trainspotting no es tanto la banda sonora de una película, sino la banda sonora de una forma de vida, una música que juega un papel crucial en la vida diaria de los personajes.
Trainspotting ha generado controversia y elogios por igual. En mi opinión, el que crea que es una apología de las drogas debería volver a ver la película desde otra perspectiva o quizás debería leerse la novela de Irvine Welsh pero, obviamente, liberarse de los prejuicios no suele ser fácil.
Cuando por fin me animé a ver esta película (tuvo que pasar algún tiempo, dado que soy bastante aprensiva) entre las cosas que me llamaron la atención, como el fuerte acento escocés de los personajes o los monólogos de Renton, destacó su música. Es una BSO que une de forma eficaz el pop de los 70 y 80 con el techno de los 90 en una atmósfera propia, y eso no deja de sorprender…
¡Claqueta!... ¡Música!... ¡¡ y Acción !! 